Empresas y gobiernos desempeñan roles propios y diferenciados, pero ambos precisan un profundo replanteamiento estratégico. Son roles cambiantes en el tiempo y en el diferente estadio de desarrollo en cada caso, y además, están fuertemente interrelacionados.

En su evolución, la empresa ha ido incorporando a su compromiso empresarial y social, de forma sucesiva, la filantropía (voluntaria post-beneficio) y la responsabilidad social corporativa (voluntaria aumentando su convivencia local y actividades complementarias) y finalmente avanza hacia una nueva visión de CO-CREACION de VALOR (VALOR COMPARTIDO empresa-sociedad).

Una nueva aproximación, en beneficio del resultado y rentabilidad empresarial en el largo plazo, de manera sostenible, generando valor compartido, interactuando con los gobiernos y sociedades en el rediseño de

una estrategia, que incluya, en toda su cadena de valor y modelos de negocio, el valor compartido. Ya sea la apuesta elegible (o todas ellas) en torno al ESG, al «Stakeholderismo», a diferentes modelos participativos (capital-trabajo) en un entorno empresarial y a la necesaria ruptura del aislamiento en silos empresa-gobiernos, una imprescindible interacción empresas, gobiernos, comunidad con objetivos, líneas de actuación, modelo de negocio, políticas públicas y compromiso comunitario, encuentran en la co-creación de valor empresa-sociedad (Shared Value), un esquema adecuado a utilizar.